El Efecto Mozart
Don Campbell, reconocido psicólogo, escritor y educador musical, sugiere a
las madres que desde el embarazo hasta que el niño o la niña cumpla 5 años de
edad sea estimulado musicalmente para ayudar a mejorar su crecimiento,
desarrollar su capacidad intelectual e incrementar su creatividad. Se cree que al
escuchar la música de Mozart, especialmente la sonata K448, compuesta en el
año 1781, se incrementa la actividad cerebral y es por eso que aumenta la
creatividad y el razonamiento crítico de los seres humanos aumenta.
Se hicieron muchas pruebas para probar este efecto, una ellas consistía en
que un grupo de 79 jóvenes debía adivinar la forma que tendrían unos pedazos de
papel luego de ser doblados y cortados de cierto modo. Después de dar sus
respuestas, se dividieron a los jóvenes en 3 grupos: a un grupo se le puso la
sonata K488 de Mozart, al otro una composición minimalista de Phillip Glass y el
último grupo se quedó en silencio. Posteriormente, se realizó otra vez la prueba y
el grupo que escuchó la sonata de Mozart mejoró en un 62% y los otros dos
grupos sólo mejoraron un 10%.
En el año 1993, la revista “Nature” publicó un artículo que explicaba los efectos
que tiene el escuchar música de Mozart. Entre los más asombrosos se encontraba
la capacidad que tenía la sonata K448 para disminuir ataques epilépticos en los
niños. También decía que no sólo tenía efectos positivos en los niños ya que
también tenía resultados positivos en adultos mayores con enfermedades como el
Alzheimer.
Para probar la teoría de la disminución de ataques epilépticos se estudió el caso de una niña de 8 años que sufría ataques de epilepsia continuos durante el día. La prueba consistía en hacerla escuchar 10 minutos cada hora la sonata
K448 de Mozart. Los episodios epilépticos se redujeron de 9 en las primeras 4 horas del primer día a 2 en las primeras 8 horas del segundo día.
A pesar de todas estas pruebas, todavía existen muchos científicos que no creen en esta teoría. Sin embargo, no por eso deja de ser cierta. Se dice que Albert Einstein escuchaba la sonata K448 de Mozart durante sus momentos más creativos. Hay muchas madres que afirman que sus hijos tienen la habilidad de concentrarse más
y rendir mejor en sus estudios cuando han tenido la oportunidad de crecer escuchando este tipo de música.